¿Qué es una relación Kármica?
Una relación Kármica es una relación en la que ante la llegada de una persona a nuestra vida, todo se empieza a modificar y a evolucionar.
Ahora, es probable que deban enfrentar juntos algunos desafíos para que se considere una verdadera relación kármica.
¿Cómo sabés si estás en una relación kármica?
*Sentimientos
Es probable que sientan sentimientos muy fuertes el uno por el otro, ya sean buenos o malos. Es posible que sienta que ha conocido a esta persona toda su vida a pesar de que la conoció recientemente.
*Recuerdos emocionales
También pueden experimentar déjà-vu juntos, tener recuerdos emocionales o lazos que parecen ser anteriores a la relación actual, tener dificultades para relacionarse entre sí que parecen surgir al azar sobre aparentemente nada, y experimentar dolor mental y emocional ante la idea de dejar su pareja se va, sólo igualada por el dolor de quedarse.
*Intensidad
Mientras estás en una relación kármica, también es probable que profundices y tengas subidones eufóricos y desgarradores que superan cualquier relación pasada y las lecciones que imparten.
La mayor diferencia entre una relación kármica y cualquier otra relación intensa es el sentimiento de impotencia. Cuando estás en una relación kármica, puedes sentir que tu pareja es literalmente una parte de tu propia alma, lo que, comprensiblemente, haría que terminar las cosas pareciera muy difícil. Si su cuerpo o alma siente que esta otra persona es parte de usted, su autoconservación interna haría casi imposible alejarse de ella.
Terminar una relación de este estilo, suele ser difícil y complicado, cargado de dolor, idas y vueltas. Pero así tiene que ser, ya que como humanos, hemos decidido, la gran mayoría, aprender del dolor, mas que del error... tanto así que se nos hizo habitual escuchar 'Si no duele no sirve' pero existe el factor motivador de que necesitas seguir adelante tan desesperadamente, que tu alma está tratando de enseñarte una lección de otra vida. Las relaciones kármicas son notoriamente difíciles de terminar o deshacerse, a menos que se aprenda la lección kármica.
Las almas gemelas se caracterizan por tener una unión que no se da con nadie más y en el ámbito sexual la unión se manifiesta mágicamente, se fusionan y pasan a ser uno. Ambos se conectan, impulsan e incluso pueden no estar juntos; Pero, la conexión se mantiene. A diferencia de una relación kármica que puede ser de pareja o no, éstas se basan en errores y experiencias.
Son almas que se encuentran para resolver temas pendientes de vidas pasadas, para aprender con dicha unión y se perdonen. En definitiva es lo que debemos resolver con esa persona y que nos ayudará a limpiar nuestro karma que viene con ella o él.
Generalmente las relaciones kármicas suelen ser un antagonista en nuestras vidas, a veces se da en relaciones conflictivas, dolorosas o simplemente en dos personas que se unen, tienen una familia y se separan, porque ambos crecieron, aprendieron y resolvieron sus pendientes para seguir avanzando. Sin embargo, muchas parejas siguen atadas a ese dolor porque aún no logran su aprendizaje.
Muchos textos mencionan que para liberarse de una relación kármica la clave es siempre el perdón, pero no esperar el perdón del otro, sino que aprender a perdonarse.
Hay una serie de señales que podemos observar que nos dicen que estamos en una relación kármica.
Es probable que la relación se active una y otra vez. No importa cuántas veces fallemos, todavía nos sentimos atrapados en la relación.
Se ponen primero, y nosotros también. En lugar de trabajar como socios, la relación se basa en las necesidades egoístas de dos personas.
No podemos tener suficiente de ellos. Como una droga, sabemos que son malas para nosotros, pero seguimos volviendo a ellas.
Sacamos lo peor el uno del otro. Ambas parejas se ponen celosas y controlan, alumbrando los peores defectos del otro presionando los botones del otro.
Son todos altibajos. Hay muy poca estabilidad en una relación kármica, y nos encontramos discutiendo demasiado.
La relación genera codependencia. Esto hace que sea muy difícil salir de una relación kármica.
Hay una pasión intensa A veces sentimos como si solo saliéramos del dormitorio para tener suficiente aire como para discutir sobre otra cosa.
Este tipo de vínculos no son malos, solo vienen a ponernos de manifiesto, cosas que debemos de trabajar en cada unx de nosotrxs. Una vez transmutado este karma, es que se caerán los velos y podamos dar segundas oportunidades a esx gran maestrx y decidir, si nos volvemos a vincular desde la sanidad o si soltamos el vínculo para siempre pero sin rencor y llenxs de amor.
¿Vos qué decidirías?