A este Arcano Mayor se le conoce como La Rueda de la Fortuna, la Fortuna, la Rueda de Ezequiel, la Esfinge, la Rueda del Devenir o del Destino. También como el Arcano 10.
Podemos observar una gran rueda, detenida y en equilibrio.
Agarrados en ella se ven dos personajes bastante extraños: uno tiene rasgos en su mayoría humanos; y el otro es marcadamente animal con forma de serpiente la cual indica el acto de descender al mundo material. Encima de la rueda hay otra criatura, que parece haber detenido la rotación (pero momentáneamente). Es una Esfinge quien se asienta en la parte superior, y lo que parece ser un demonio, o el propio Anubis; levantándose en la parte inferior. Éstas dos figuras egipcias son representativas tanto de la sabiduría de los dioses y reyes (en el caso de la esfinge, guardiana de secretos, con una espada de poder en sus garras parada sobre ella), como del inframundo (Anubis) ambas están rotando para siempre, en un ciclo, y sugieren que a medida que uno sube, el otro baja.
Esta situación de equilibrio cambia de un momento a otro. Ese es el sentido, el significado del Arcano 10, no hay seguridad ni tranquilidad en nada, todo puede cambiar y el equilibrio alcanzado se puede perder.
Con un simple movimiento, un cambio, un balanceo; la suerte puede cambiar, casi sin notarlo. La evolución no se puede detener y ésta carta nos recuerda que estamos ligados a ella.
El éxito también se muestra cuando esta carta hace su aparición, así como la buena fortuna y un destino bastante positivo. Todo puede invertirse, los triunfadores muerden el polvo y los vencidos pueden retornar como vencedores (Al mejor estilo David y Goliath). El cambio es la representación más acertada para esta carta del Arcano 10. Nadie está exento de experimentarlo en cualquier momento de nuestra existencia. La Ruleta no hace más que recordarnos que en determinado momento vendrá una trasformación de la que resultará nuestro éxito o fracaso, dependiendo de nuestras decisiones.
La rueda tiene una manivela lo que es un importante indicio de que es posible que gire en cualquiera de los sentidos (como la misma suerte). Igualmente nos prepara para nuevas condiciones en abundancia y crecimiento espiritual o mental.
La carta representa cuatro criaturas vivientes con libros de la vida en sus extremidades: el ángel, el águila, el toro y el león. Se relacionan con cuatro signos fijos del zodíaco: leo, tauro, escorpio y acuario. Estos cuatro animales son también representantes de los cuatro Evangelistas en las tradiciones cristianas, lo que tal vez sea la razón por la que todos ellos están adornados con alas. Los libros que cada una de las criaturas contiene representan la Torá, que comunica sabiduría y autocomprensión.
La rueda de la fortuna, con simbología en el centro y cubierta de símbolos esotéricos (las letras hebreas IHVH -Iod Heh Vau Heh-, el nombre impronunciable de Dios), gira cada vez más, al parecer para comunicar que la vida está hecha de buenos y malos momentos, y que éste ciclo es algo que no podemos controlar. Es algo que está supeditado tanto a los reyes como a los obreros, y que nadie en la tierra puede evitar el destino. En los momentos copados, asegurate de disfrutar al máximo, porque lo que sube siempre debe bajar. Lo mismo pasa a la inversa: cuando te encuentres en una mala situación, las cosas, eventualmente, mejorarán otra vez.
La Esfinge es guardiana de secretos, con una espada de poder en sus garras parada sobre La Rueda nos anuncia que no erá fácil atravezar esta energía, pero ella se va a encargar de que tengamos la sabiduría para contestar todas sus interrogantes y asi avanzar (Recordemos la pregunta de la Esfinde a Edipo). Así mismo la figura icónica del maligno en el lado derecho y la serpiente original al costado izquierdo. En este caso representan las distintas tentaciones y caminos que en la vida visualizamos.
La rueda va girando junto al tiempo y marca cuantos años viviremos.
Como respuesta, esta carta nos dice que soltemos el tema que nos angustie o preocupe (como si fuese fácil). Nos dice que todo está en manos del destino y que solo podemos entregarnos a su movimiento.
Tambien nos dice "Esto va a pasar, como todo. Hasta la vida es cuestión de tiempo", ya sea que estés arriba de la rueda o debajo, en el mas profundo abismo, quedate tranqui. Hay salida. Todo ciclo que termina, abre nuevas oportunidades para ascender. La energía la ponemos nosotrxs.
Indudablemente esta carta nos invita a agradecer las cimas y aprender de los abismos para afrontarlos mejor cuando caigamos en esa rueda inevitable.
"La única constante es el cambio" Heráclito
