Es el director del Rayo Verde. Prepara las almas para que sean adecuadas para abordar al Espíritu Santo y su gran conocimiento. Se encarga de desenvolver la Verdad, Curación, Consagración, Concentración, Ciencia y Armonía; fue quien recibió de manos del Mahá Chohán, el libro Luz en el Sendero. Su Templo se encuentra sobre el reino etérico de la Isla de Creta, en Grecia, en el mar Mediterráneo, donde se hallan las ruinas del Palacio de Knossos, así como el laberinto del Minotauro; usa la llama de la curación, ciencia y constancia. Antiguamente existió un templo físico pero fue destruido por hombres de religiones intolerantes.
El maestro Hilarión sin una sede física, se encuentra donde lo invocamos.
El Maestro Hilarión en su primera encarnación fue discípulo de Jesucristo, el Apóstol San Pablo. En su última encarnación nació en Palestina, oyó hablar de San Antonio Abad y al visitarlo en el desierto quedó prendido de su bondad y también de los sacrificios que éste realizó a través del ayuno. A partir de allí se convirtió en un ermitaño, que practicaba penitencias y se sometía a las temperaturas inclementes en el desierto con el fin de adorar a Dios. Allí se estableció durante 20 años hasta que fue visitado por un matrimonio estéril y a través de sus poderes con la oración logró que tuvieran una familia numerosa.
Al llegar a los 65 años debido a su precario estado de salud decidió aceptar a un grupo de monjes que querían ser sus discípulos, para recibir sus conocimientos y consejos. Realizó largos viajes donde practicó sanaciones a los enfermos y las personas empezaron a buscarlo para obtener la gracia de Dios. Falleció 15 años después, dedicado a la oración en compañía de sus monjes.
Hoy en día el Maestro Ascendido Hilarión continua enseñando en su templo etéreo, recibiendo cada noche la visitas de almas que se separan de su cuerpo físico, para buscar su sabiduría.
Como San Hilarión, el fundador del monasticismo en Palestina, quien fue reconocido por sus curaciones milagrosas y su gran humildad, vivió como un ermitaño en el desierto hasta aceptar al grupo de monjes. Su estilo de vida ermitaño le dio gran conexión con el Universo y con el mundo físico.
El Maestro Ascendido Hilarión compartió con nosotros una revelación que recibió en esta última encarnación en la tierra como el gran sanador y ermitaño que vivía en los desiertos de Palestina y Chipre. Él dijo: “YO SOY Hilarión! ¡Caminé en lugares desérticos! He tomado mi refugio en el desierto de la vida, pero las multitudes vinieron a mí cuando viví en mi última encarnación como Hilarión. Ellos vinieron por la fuente de curación; ellos vinieron por amor. Aunque me retirara, ellos me seguirían. Y así, el Señor me dijo que el don de la Verdad y de curación es solo para compartir, solo para darlo.”
La marca de identidad de un verdadero sanador es que camina bajo la sombra de su poderosa Presencia YO SOY, que es humilde ante Dios y el hombre, y que da toda su gloria a Dios por las obras que Dios hace a través de él, sabiendo que no es más que un instrumento del Espíritu santo. Estos santos son modestos, y no necesariamente te contarán que tienen el don de curación.
El Maestro Hilarión llegó a formar un grupo de investigadores psíquicos e inició posteriormente el movimiento espiritista, dedicando parte de su vida terrenal al conocimiento del mundo espiritual. Su virtud es la Investigación Espiritual.
(La Llave Tonal del Maestro Hilarión se encuentra en Toccata y fuga en re menor de Johann Sebastian Bach. Si la hacemos sonar, el Maestro Hilarión viene y se activa; no es una música cualquiera, no es un fondo musical.
La canción Onward, Christian Soldiers atrae la radiación de Hilarión hacia nuestro propio mundo.
Es el guardián del árbol de la vida, de los ríos y los bosques. Se le asocia con las hierbas medicinales, el naturismo y el vegetarianismo.)
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